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Channel: Francisco Baruqui – Columnas
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Sociedades vulnerables…

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Sí, negarlo sería una tontería. Desde la última parte del pasado siglo XX y lo que llevamos del XXI, —más lo que nuestra existencia permita seguir viendo y asombrándonos—, los adelantos en muchos de los aspectos científicos y tecnológicos que ha alcanzado la humanidad, tienen la plena significación de progreso, de modernidad y de retos por resolver.

Sin embargo, las sociedades actuales de todo el planeta, a veces inverosímilmente, siguen siendo vulnerables en muchas de las fases que la misma vida moderna, propiciando cosas nuevas, afectan la cotidianeidad.

El viernes, un ciberataque global propiciado por un virus denominado WannaCry, afectó de manera sorpresiva a más de 70 países haciéndolos presa de un secuestro masivo de datos cobrando como rescate del atentado con una moneda virtual conocida como “bitcoins”,  paralizando grandes compañías transnacionales afectando de manera muy particular a hospitales británicos.

Hasta el momento se ignora el preciso origen y la misma intencionalidad para la intrusión del virus en cuestión, destacando que la agresión superó a sistemas extremadamente protegidos tales como los del sistema bancario, compañías aéreas y las mismas compañías de telefonía, la de España particularmente, como instituciones y giros que, a no dudar, cuentan con inversiones notablemente costosas, en equipos de técnicos y expertos altamente calificados, cuya misión principal es la seguridad en sistemas.

Escribo sobre de esto, porque mientras más transcurre el tiempo, se polemiza más y más sobre la vulnerabilidad que ostentan las sociedades de notorio desarrollo, en las que, tanto los progresos científicos como tecnológicos le dan a sujetos hábiles, preparados y capacitados, pero carentes del mínimo nivel de escrupulosidad, la posibilidad inminente de causar enormes daños.

Hasta ahora, en las acciones terroristas se ha podido constatar la intervención de estos “genios” maléficos que tanto dolor, sangre y luto han provocado, empero, por la misma vulnerabilidad que trato, cabe pensar lo que alguno de estos expertos con sobrada inteligencia y la perversidad a flor de piel, podría causar afectando el hábitat natural con la aplicación de substancias químicas o el empleo de virus de infección con el inhumano motivo de causar epidemias entre la población mundial. El mal que se puede provocar es sin duda de infinidad de opciones.

Recuerdo en los ya lejanos días de mi juventud, el problema propiciado por la llamada “guerra fría”, cuando con misiles, tanto norteamericanos como soviéticos de aquél tiempo, campeaba el riesgo que alcanzaría cotas de tensión que tenían al mundo en vilo, por la amenaza de una confrontación nuclear entre las dos potencias, que tenían la capacidad de destrucción de grandes partes del orbe.

Ciertamente en aquél tiempo de medio siglo atrás, las posibilidades de desencadenamiento de una guerra de tan alto nivel, estaba en el control de unos cuantos pertenecientes a los gobiernos potenciales, tanto de EE.UU, como de la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la ya lejana URSS, en cambio en hoy día…

En hoy día, las amenazas de la supervivencia, pueden ya no depender de uno o dos gobiernos, toda vez que organizaciones pequeñas pero bien implementadas, o hasta uno o varios individuos capacitados tecnológicamente, estarían en posibilidades de provocar catástrofes que, visto lo visto, no se podrían preveer dado como se han venido suscitando tantos acontecimientos.

Y fíjese Usted, amable lector que mis letras sigue, la paradoja de que si bien las expectativas de alargar la vida humana han mejorado dados los progresos en la medicina, en la misma alimentación y estilos de vida, la vulnerabilidad de la que escribo es más manifiesta que nunca.

Y…  PENSÁNDOLO BIEN.

Y…  PENSÁNDOLO BIEN, para nadie es desconocido cómo la deshumanización de la especie humana día con día aumenta. La capacidad de asombro se estandariza cuando hoy por hoy, y lo que vaya a venir, nos trae la evidencia de que la humanidad se encuentra sujeta a muchos factores que le son incontrolables, y por lo mismo, le provocan una fragilidad gravemente preocupante…


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